jueves, 15 de mayo de 2008

Poeta Maldito



Solo en tu pieza,
dentro de artilugios de escriba,
dentro de aquel trance como un loco,
mientras tus piernas se acalambran
y viajan a una utopía ,
soñando recibir algún estímulo.
Creas mundos fantásticos, maravillosos.
Y aún las perras negras siguen
y seguirán vengándose
de la inmovilidad, de lo inerte.
Te explayas con miradas de estupefacción
queriendo vengarte de tu propia obra.
Arrancas las hojas, ¡No estoy de humor!,
trovador de sonetos, un simple juglar.
Ideas efímeras te rodean,
y la efigie de aquel fantasma
que te canta al oído versos interminables,
y que sólo escuchas cuando estás muerto.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Solo en tu pieza,
dentro de artilugios de escriba,
dentro de aquel trance como un loco,
mientras tus piernas se acalambran
y viajan a una utopía ,
soñando recibir algún estímulo.
Creas mundos fantásticos, maravillosos.
Y aún las perras negras siguen
y seguirán vengándose
de la inmovilidad, de lo inerte.
Te explayas con miradas de estupefacción
queriendo vengarte de tu propia obra.
Arrancas las hojas, ¡No estoy de humor!,
trovador de sonetos, un simple juglar.
Ideas efímeras te rodean,
y la efigie de aquel fantasma
que te canta al oído versos interminables,
y que sólo escuchas cuando estás muerto.


Bueeeenoooo!.
Me gustó mucho este poema, y un magistral final "y que sólo escuchas cuando estás muerto."

Me hace pensar mucho en Rimbaud, Baudelaire y Bukowsky, los grandes poetas llamados "malditos", un lindo homenaje.